¿Alguna vez te han dicho alguna de estas frases? 

• «¡Estás loca!»
• «¡Hacete tratar!»
• «¡Eso nunca pasó!»
• «Era en chiste, no es para tanto!«
• «Sos demasiado sensible»

Si es así, es probable que estés siendo o hayas sido víctima del abuso emocional conocido cómo «gaslighting».

Hay muchas formas de violencia. Existe la violencia directa tanto física como verbal, pero también hay una violencia indirecta que no deja marcas en el cuerpo ni lastima a través de insultos.

¿Qué es «Gasligthing»?

Una forma de agresión que se basa en la manipulación psicológica y afectiva en forma sistemática. En resumidas cuentas, el gaslight (o luz de gas) consiste en hacerle creer a una persona que lo que experimenta, percibe y recuerda es falso. En su forma extrema, esta práctica violenta puede enloquecer a la persona o hacerla dudar de sí misma y de su percepción de la realidad hasta desestimar sus emociones, experiencias, recuerdos y conjeturas. Resulta muy destructiva, ya que genera una relación de dependencia con quien -o quienes- ejercen el gaslighting.

Pero este ataque no está limitado únicamente a la víctima, sino que el gasligther busca aliados en el entorno más cercano, mintiéndoles y haciéndoles creer que es una persona «rara», «indeseable», o que en el último tiempo ha perdido la razón. Así se va produciendo el aislamiento, resultando el agresor la única persona que en apariencia puede -y quiere- ayudar a la víctima, ante los ojos de ella misma.

Aislamiento, ansiedad, insomnio, crisis de nervios, arrebatos emocionales, y pérdida de la autonomía son síntomas frecuentes que una víctima de gaslight atraviesa.

El gaslighting es usado a menudo por personas narcisistas, psicópatas y sociópatas. Este tipo de agresor o agresores refuerzan su poder sobre el resto en ámbitos como el laboral, relaciones de pareja, de amistad  y/o en nuestra familia.

Siembran dudas empleando tácticas como

1. NEGACIÓN
2. DISTRACCIÓN
3. CONTRADICCIÓN
4. DESINFORMACIÓN
5. DESCALIFICACIÓN

El término gaslight surge en 1938 a partir del nombre de una obra de teatro y su posterior adaptación cinematográfica con Ingrid Bergman como Paula Alquist y Charles Boyer como Gregory Anton en 1944 que lo popularizó masivamente. También existe una versión británica de 1940.  

El gaslighting es una forma de agresión que se basa en la manipulación psicológica y afectiva en forma habitual. Genera que la víctima termine dudando de sí misma, perdiendo gradualmente su sentido de la realidad y su autoestima.

En la ficción, Gregory trata de convencer a Paula y otras personas de su entorno de que ella está loca con el fin de desacreditar cualquier cosa que ella pudiera decir en su defensa. Para lograr este fin, él manipula muy sutilmente a todo el mundo, por ejemplo: Gregory reduce ocasionalmente en la casa la luminosidad de las luces de gas (gaslight);  cuando su esposa lo nota, él le dice que el nivel es el habitual y ella debe estar imaginándolo todo. En estas circunstancias, la persona manipuladora intenta distorsionar la percepción que la víctima tiene de sí misma, hasta lograr que le cueste diferenciar que es real y que no.

Como ya hemos mencionado, existen muchas formas de violencia. Algunas son muy fáciles de identificar debido a que dejan marcas visibles o el violento la lleva a cabo sin enmascararla. En cambio hay otras donde el maltrato es sutil, difícil de reconocer tanto por quien es víctima como por el entorno mas cercano. Conocer cómo se ejerce este tipo de agresión resulta primordial para poder salir de este círculo vicioso de maltrato.

Este posteo inaugura esta nueva serie de plantar.me que hemos decidido llamar DICCIONARIO DE VIOLENCIAS, creada con la intención de acercar información a la comunidad acerca de los diferentes tipos de maltratos. En ella podrás encontrar no solo definiciones, si no también formas de identificarlo y tratarlo.

Creemos firmemente que este tipo de información es clave tanto para posibles víctimas como para alguien que tiene dudas en una relación. Además, puede ayudar a alguien que dude acerca de si un familiar o amiga está siendo maltratada, y para todas aquellas `personas que quieran comprometerse a trabajar activamente por una sociedad mas justa. Por eso te pedimos nos ayudes a difundirlo, y te recordamos que si algo así es parte de tu historia, podes ponerte en contacto para contarla en el marco de actividades de educación y prevención.

Este artículo lo redactamos conjuntamente Caro Cardozo y yo, seguí su historia en su sección «Mi vida con C«