Mercedes Reyes Camilo y Enrique Mirabal Fernández, a pesar de resultar víctimas de la persecución estadounidense en República Dominicana, consolidaron con mucho esfuerzo una cadena de almacenes en Ojo de Agua, Salcedo. Por aquellos años tuvieron 3 hijas, que trascendieron en la historia como las hermanas Mirabal.
Patria (36), Minerva (34) y María Teresa (25), las 3 crecieron estudiantes aplicadas y mujeres valientes, hasta el punto de transformarse en activistas que con el fin último derrocar al feroz dictador Rafael Leónidas “El Chivo” Trujillo se unieron al grupo 14 de junio. Dentro del grupo, las hermanas fueron conocidas como Las Mariposas, porque así se identificaba Minerva como código de agrupación.
Salvo Patria, que era menos activa, Minerva y María Teresa resultaron encarceladas en múltiples ocasiones junto a sus esposos. Una vez detenidas, fueron víctimas de violaciones y torturas sistemáticas. A pesar de ello, continuaron incesantemente con su lucha.
El 18 de mayo de 1960, Minerva, María y sus esposos fueron juzgadas en Santo Domingo por “atentar contra la seguridad del estado dominicano”. Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión, pero en un extraño gesto por disposición expresa de Trujillo el 9 de Agosto de aquel año, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad, aunque sus maridos debieron continuar en prisión.
El 25 de noviembre de 1960, las tres fueron secuestradas y asesinadas por orden del dictador cuando volvían de visitar a sus maridos en prisión.
Su asesinato desencadenó una ola de protestas que las convirtieron en todo un símbolo de la lucha de la violencia contra la mujer. Tras casi 30 años de dictadura, el proceso culminó con el asesinato del dictador en mayo de 1961.
Durante el 1º Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en Colombia, durante 1981 se decidió fijar cada 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en honor a las Mariposas, las Hermanas Mirabal. Desde ese año miles de mujeres latinoamericanas volvieron a manifestarse cada vez en contra de cualquier tipo de violencia ejercida contra las mujeres. Asamblea General ratificó finalmente el día un 7 de febrero de 2000.
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