El primer miércoles de Mayo sucedió un milagro que evitó una tragedia en un hogar de vulnerabilidad extrema gracias al compromiso de dos trabajadoras de una escuela. Pero siguió algo peor aún a una tragedia: con noticias armadas se inventó un relato impreciso e injusto que cada día amenaza y vulnera la calidad de vida de una pareja y a sus 4 hijos.

Esta injusticia demanda que la sociedad bahiense reaccione, porque los milagros no abundan, y preservar la vida de alumnos como los involucrados debe ser nuestra prioridad.

Su caso es un ejemplo de lo que puede pasarle, y pasarnos, a otras miles de familias que habitamos en esta ciudad.

Las injusticias y la pobreza se combaten con trabajo de calidad y atención continua. Mucho de ello implica el compromiso humano de personas, pero el valor de esa vocación corre el riesgo de verse anulado cuando el estado decide retirarse.

Cada día semana estaremos publicando detalles para reconstruir cómo y qué sucedió el 3 de Mayo, con el objeto de sanear el daño causado por las peores noticias, y permitir que dicha familia pueda volver a sonreír a pesar de todo lo que les ha tocado vivir.

Decidimos hacerlo así, desde esta iniciativa de la sociedad civil, porque otra forma hoy no encontramos, y por eso la construimos desde historias reales.

No es la primera vez que alguien desde una posición de poder mediático difama a personas incapaces de defenderse y en condiciones desgraciadas.

No es la primera vez que algo así sucede en Bahía tampoco, pero decidimos hacerlo ahora porque en Bahía Blanca el horror de difamar a una familia en este estado de fragilidad, a punto de haber perdido a una hija y un hijo, se financia en la actualidad con recursos del estado municipal.

Esos recursos deben volver a sostener el trabajo que es prioritario, porque la vida de niños y niñas no puede ser postergada para el lucro de unos pocos comunicadores que promueven el odio y polarizan un clima social que ya padece suficientes tensiones.

Finalmente, la comunidad de instituciones, autoridades, medios y comunicadores de la ciudad deben expresarse sobre esta cuestión.

Las equivocaciones solo existen cuando se las reconoce. Solo así será posible el aprendizaje que nos permita recuperar la esperanza de una Bahía con un futuro mejor.

Te pedimos a vos que estás leyendo esto que nos ayudes compartiendo y escuchando con atención todo lo que vamos a contarte.

Este es el principio de una serie que contará con reflexiones, testimonios, acciones y un relato en tiempo real donde necesitamos que te involucres, que te comprometas.

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